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El miedo a salir de casa después de la cuarentena

Por Ada GuardadoPsicóloga del Centro de Atención Integral a la Familia – CAIF – de FUSALMO – 19 de junio de 2020

Antes de la pandemia por el Covid-19 ya teníamos rutinas bien establecidas, pero de un día para otro hubo que cambiarlas y adaptarse a las nuevas exigencias que la realidad nos imponía: quedarse en casa para salvaguardarse de esa nueva y peligrosa enfermedad y, además de la cuarentena que nos obligaba a permanecer en casa, los medios de comunicación y las redes sociales lanzaron campañas para que evitáramos salir de nuestro hogar, con mensajes informativos en la mayoría de ocasiones – y desinformando en otras – sobre la realidad que enfrentábamos.

Actualmente, aunque todavía no se ha superado la enfermedad, el regresar o no regresar a las actividades diarias es un tema que ha generado mucho debate porque, por un lado, están los que piensan que todavía es pronto para regresar a las calles y debemos continuar protegiéndonos, por el otro lado, están los que piensan que hay que comenzar a salir porque las personas necesitan trabajar para ganarse el sustento diario. Así, en medio de esta discusión, se ha decidido que algunas personas por el tipo de actividad a la que se dedican, deben regresar a sus labores, pero de una manera gradual, para prevenir que las estadísticas de personas contagiadas suban.

Se ha hablado mucho de que estamos seguros en casa, que es una de las mejores maneras de prevenir la enfermedad, se ha invitado que las personas se queden en casa e incluso se impuso por medio de la cuarentena a quedarse y durante unos meses, ese fue nuestro refugio, nuestro lugar seguro, donde aprendimos a resguardarnos de esa peligrosa enfermedad que circulaba afuera.

¿Qué pasará ahora que debo salir de casa?

Es normal que ahora que ya nos habíamos acostumbrado a una nueva realidad – la de permanecer en casa – sintamos temor a salir, y puede que la ansiedad, la incertidumbre y hasta el estrés regresen a nuestro cuerpo, recordemos que nuestro cuerpo necesita de rutinas y de situaciones conocidas para estar bien, por lo que este nuevo cambio, el de regresar a las calles, nos producirá nuevamente cierto malestar interior, que con el paso de los días, se adaptará y volverá a acostumbrarse generando una nueva rutina. Pero esta adaptación no será la misma e igual para todos, porque dependerá de muchos factores: aspectos de la personalidad, resiliencia, entorno, fortalezas, educación, contexto social, familiar o cultural.

Algunas sugerencias que pueden ayudar a reducir el temor a salir de casa se presentan a continuación:

  • Seguir fomentando la paciencia y la aceptación en todos los miembros de la familia, ante la situación de riesgo que se vive.
  • Informarsede manera responsable en fuentes oficiales: como el riesgo aún no ha terminado, es necesario estar atentos a la información de cómo está la situación, pero también debe evitar una sobre exposición constante a las noticias sobre la situación.  
  • Al salir, deben hacerlo bien protegidos y respetando las medidas de seguridad.  
  • Al retomar las actividades diarias, pueden aparecer emociones intensas como miedo, enojo, tristeza, preocupación, ansiedad, culpas entre otras, por lo que la gestión de estas emociones será necesaria para la adaptación a la nueva situación.
  • Comparta sus inquietudes, sentimientos y temores: seguramente esas sensaciones son compartidas también por las otras personas. Esto nos ayuda a darnos cuenta que son normales y a los demás les permite darnos palabras de ánimo.
  • Es importante el mantenimiento de rutinaso el ajuste de las nuevas a aquellas que ya desarrollaba con anterioridad al confinamiento.

Recordemos que la emergencia aún no ha pasado y todavía no se cuenta con una cura para esta enfermedad, por lo que, al salir de casa, tomar las medidas necesarias de prevención como el distanciamiento social, el uso de mascarillas y el lavado de manos de manera frecuente, nos ayuda a tener cierta seguridad porque estamos haciendo lo que nos corresponde para prevenir contagiarnos.

Debemos tomar en cuenta también que nuestras rutinas anteriores no regresarán de un solo, éstas se irán retomando de manera gradual; todavía vamos a necesitar mucha paciencia hasta que todo vuelva a restablecerse como antes de la epidemia, lo que no debemos perder de vista es que como seres humanos tenemos esa capacidad de adecuarnos a los cambios, por lo que seguro que nos adecuaremos a esta nueva forma de vida y saldremos fortalecidos con nuevas experiencias y herramientas internas desarrolladas durante todo este tiempo de crisis.


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